¿Qué es un «edificio ecológico» y cuáles son sus características?

El ecologismo o movimiento verde está ganando cada vez más importancia, ya que el mundo es testigo de los efectos del cambio climático todos los días. La mayoría de las actividades de las personas tienen un impacto negativo en el clima y el medio ambiente. Dado que las ciudades están cada vez más pobladas debido a la migración de la población desde las regiones rurales, la necesidad y la importancia de los edificios también han crecido. Los edificios han pasado a dominar las regiones urbanas, ya que la mayor parte de la vida, el trabajo y los servicios se realizan dentro de dichas infraestructuras. Desde apartamentos residenciales hasta espacios de oficina, pasando por hospitales, escuelas o instituciones gubernamentales, todo ello suele estar en edificios. Por lo tanto, es natural que surja una preocupación por la sostenibilidad de estas estructuras y que se apliquen soluciones más respetuosas con el medio ambiente.

 

Los edificios ecológicos son aquellos que, en su diseño, construcción y funcionamiento, reducen o eliminan los impactos negativos sobre el medio ambiente. Además, estos edificios también pueden crear impactos positivos en nuestro clima y ambiente natural. No obstante, estas características centradas en el ambiente no impiden que los edificios cumplan sus propósitos y funcionen correctamente.

 

El enfoque de los edificios ecológicos no tiene por qué ser el mismo por parte de los constructores y desarrolladores de todo el mundo. Hay numerosos factores que entran en juego a la hora de diseñar y construir estos edificios. Desde las condiciones climáticas hasta la cultura, pasando por las necesidades económicas y medioambientales de la localidad en la que estará el edificio, todo ello influye en las características del edificio ecológico que se proyecta y construye.

 

Sin embargo, a continuación, se explican algunas de las características comunes que comparten las infraestructuras que pueden hacer que sean «verdes»:

 

 

  • Fuente de energía renovable: El uso de energía renovable, como la energía solar, puede reducir la dependencia de los combustibles fósiles y ayudar a reducir las facturas de energía, ya que la mayor parte de las necesidades de energía se cubren con la producción propia. Los sistemas de gestión de energía de edificios (BEMS) pueden ayudar a gestionar la energía de diferentes fuentes, no solo para proporcionar energía ininterrumpida, sino también para minimizar el consumo de energía de fuentes externas. Esto garantiza que las facturas de energía sean más bajas y que el consumo de energía no renovable se reduzca al mínimo.

 

  • Minimización del uso de agua y otros recursos: Desde su construcción hasta su funcionamiento, los edificios ecológicos buscan reducir el consumo de agua y otros recursos vitales, como el combustible. El uso de contadores de agua, grifos eficientes o incluso la recogida de agua de lluvia son algunos de los métodos con los que se puede ahorrar agua.

 

  • Medidas para reducir la contaminación y los residuos: Dado que los edificios ecológicos pretenden reducir el impacto en el medio ambiente, la contaminación y los residuos de estas infraestructuras deben ser los mínimos posibles. El fomento de los hábitos de reutilización y reciclaje, el uso de productos y procesos de bajo contenido de residuos y el correcto tratamiento de los mismos son algunas de las formas en que los edificios pueden lograrlo.

 

  • Buena calidad ambiental interior: Para los habitantes u ocupantes del edificio, es importante garantizar un ambiente agradable y saludable. El control térmico adecuado, la limpieza del aire y el bajo nivel de ruido son algunas de las consideraciones que hay que tener en cuenta en este sentido.

 

  • Uso de materiales no tóxicos y sostenibles: Durante la construcción y el uso diario, los edificios ecológicos deben procurar usar materiales y recursos más sostenibles o incluso materiales reciclados. Por ejemplo, para el aislamiento, la celulosa puede ser una gran alternativa más ecológica, ya que la mayoría son periódicos reciclados. Mientras que para el mantenimiento regular, como la limpieza de los suelos y otras áreas, hay soluciones más ecológicas.

 

  • Ubicación ideal: La ubicación es importante porque los edificios no deben afectar el hábitat natural de su entorno al construirlos en lugares ambientalmente sensibles. Además, una ubicación a la que se pueda acceder con el transporte público supondría un menor uso de los vehículos privados, con lo que se minimizaría la quema de combustibles fósiles.

 

  • Innovación en el diseño: Los edificios ecológicos deben construirse con un diseño que permita llevar a cabo las estrategias sostenibles previstas para el edificio. Esto permite que el edificio se adapte a entornos cambiantes. Un diseño inteligente puede maximizar los recursos de que dispone el edificio ecológico para lograr la máxima eficiencia en su construcción y funcionamiento. Por ejemplo, el diseño pasivo es un concepto popular que busca maximizar el clima local para crear y mantener el ambiente interior ideal para los habitantes del edificio. Esto ayuda a reducir la dependencia de la energía y los dispositivos para controlar el ambiente interior.

 

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